viernes, 7 de septiembre de 2012
Forjando una sociedad amigable con la mujer
Cuando encontré el artículo en La Opinión empecé a sentir que entre tod@s estamos cambiando algo. La denuncia de violencia de género o intrafamiliar es un acto que tiene un significado muy potente para las mujeres que sufren vejaciones.
Por si misma la denuncia es un acto de liberación, las mujeres atrapadas en el temor y el silencio saben que volverá a ocurrir y en la espera inconsciente de esa próxima golpiza, su poder vital y su potencial se reduce hasta el mínimo de sumisión, casi esclavitud.
Hay un cambio cultural imparable
A pesar de que nuestra sociedad está anclada en la repetición de todo su pasado, esta vez, tal vez por primera vez está fuera de contexto.
Las otrora "normales" relaciones de familia de hace 200 años, establecidas en el protagonismo masculino podían repetirse hasta hace escasos años sin que el esquema social, cultural y tecnologico interviniera. Pero ahora es impensable que exista una manera de mantener esos roles.
Las plataformas de comunicación, de interacción social y las conquistas políticas actuales son factores que están acorralando el fenómeno de la violencia contra la mujer, un fenómeno totalmente cavernario al que más pronto que tarde daremos fin.
La mujer de hoy está a la altura del hombre (como siempre lo ha hecho) pero esta vez ella lo sabe, y sabe que vale, que puede forjarse una vida digna, que tiene derecho a la felicidad y toma eso como bandera, se arma de valor, de coraje y en medio de un mundo hecho casi todo para reducirla, usa al mismo mundo para surgir. Ahí están las leyes para que las hagamos cumplir, aquí estamos nosotras para reclamar, amparar y proteger.
María Clemencia es una mujer que venció el miedo, denunció y ahora aparte de la ley estamos nosotras para aplaudir su acto y para brindar toda la solidaridad y asistencia que podamos.
Desde aquí animo a las mujeres a que no toleren la violencia. NO ES NORMAL que sean golpeadas.
Son muchas aristas las que tenemos que pulir para conseguir no solo una sociedad sin maltratos sino una sociedad amigable con la mujer.
Las invito a poner su bandera de mujeres en todo, conquistando el mundo con la muestra de que somos capaces de hacer las cosas con todo el amor.
Esta es la Rebelión de las Rosas, Una guerra de flores contra los golpes pero tambien con espinas.
Nos hacemos más fuertes cuando estás con nostras.
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